miércoles, 2 de diciembre de 2015

LA FORMACIÓN ESPIRITUAL DE LOS HIJOS

LA FORMACION ESPIRITUAL DE LOS HIJOS
Instruye al niño en su camino,

Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (Proverbios 22:6)




Introducción:
Los padres están llamados a dar formación espiritual a los hijos. Esta función es indelegable y no se puede dejar solo al colegio. La reputación de Dios delante del niño depende de sus padres, en su mente infantil el niño piensa:”como son mis padres, así debe ser Dios”.
Un padre que tiene una autentica vida espiritual y una relación personal con Cristo sabe que debe conducir a su hijo por el camino verdadero.
Tengamos en cuenta los siguientes aspectos que nos pueden ayudar como padres en esta delicada función en la cual se requiere que los padres imiten a Dios como máximo ejemplo de un buen padre:

  1. Usar con el hijo el lenguaje que Dios usa como padre.
Para poder proyectar en los hijos la imagen de verdadero Papa, se requiere ante todo que los padres hayan conocido y estén disfrutando del amor de Dios. (1 Juan 4:8)   El lenguaje que usa Dios Papa a través de la Biblia para con nosotros, sus hijos, es un lenguaje de amor, aceptación y aprobación y este mismo debe ser el lenguaje que los padres terrenales manifiestan a sus hijos.
  1. Manifestar al hijo el amor incondicional del Padre celestial. (1 Corintios 13:4-8)
  • No es celoso ni envidioso (ayuda al niño a desarrollar independencia)
  • No es presumido ni orgulloso (aceptar al niño como es, no hacer de el un trofeo para mostrar al mundo).
  • No es arrogante ni egoísta (respetar la individualidad del niño)
  • No es grosero (Tratar amablemente al niño y no dominarlo)
  • No es irritable ni quisquilloso (tenerle paciencia en su proceso de desarrollo)
  • No guarda rencor, no le gustan las injusticias (tratarlo con amabilidad y justicia)
  • Se regocija cuando triunfa la verdad (gozarse, cualquiera que sea la realidad del niño)
  1. Enseñar al niño el concepto de autoridad espiritual.
Los padres deben proyectar hacia  sus hijos una adecuada imagen de lo que es la autoridad, para que a partir de esta los niños tengan una buena imagen de todas las autoridades sobre el (profesor, líder espiritual, policía, etc.). Aprender a obedecer a sus padres marcara la pauta para que obedezca a Dios y respete todas las autoridades.
No debe confundir “autoridad” con “autoritarismo”. Los padres demasiado estrictos y perfeccionistas pueden formar en el hijo un callado resentimiento hacia Dios por ser autoridad y hacia todo aquello que que represente algún tipo de autoridad. (Efesios 6:4).

  1. Enseñar al niño el amor por la Biblia. (Deuteronomio 31:12).
La mejor manera de formar el hábito de la lectura de la palabra de Dios es con el ejemplo personal de los padres. Si la palabra es significativa para los padres, también lo será para los hijos.
Es conveniente que en la familia haya un tiempo de oración y meditación en la palabra de Dios. La Biblia es el manual más valioso para entrenar y formar actitudes de los hijos.

  1. Desarrollar  en él, el hábito de la oración. (Mateo 21:16).
Como en todo lo que implica formación, el ejemplo es más valioso que cualquier consejo, los hijos deben ver la oración como parte de la vida de sus padres. La oración de los padres siempre será escuchada porque Dios los ha puesto como autoridad delegada, representación de El en el hogar.
En los tiempos de oración en familia, conviene que el niño escuche un lenguaje de bendición, por ejemplo, que en la oración se agradezca a Dios por la vida del niño, se le bendiga en su estudio y en su vida en particular, esto le llevara a sentirse aceptado delante de Dios.

  1. Llevarlos desde temprana edad a reuniones infantiles cristianas MIC Y MJC. (1 Samuel 1:24).
Los niños no deben ser obligados a asistir, solo deben motivarse y una vez que asistan, estimularlos para que sigan asistiendo, preguntándoles como se sienten y pidiéndoles que compartan lo que aprendieron y las experiencias que tuvieron.

Ejemplos en la Biblia:
La vida de Samuel (1 Samuel 2:18): Fue educado desde su tierna infancia en los caminos del Señor. Fue entrenado para obedecer a Dios y llego a ser un gran hombre integridad y vida exitosa quedo consignada para la eternidad.
Los hijos de Eli: El fracaso de un padre: Eli era un fiel sacerdote, amaba a Dios, era honesto, desempeñaba correctamente su función sacerdotal, pero no educo a sus hijos para que obedecieran a Dios. Se limito a reprenderlos cuando se entero de su conducta irreverente e inmoral, pero reprender no es educar. El Señor le quito a esta familia el privilegio de ser sacerdotes en las generaciones subsiguientes (1 Samuel 2:12, 3:12-13)

Aplicación:

Todos  los puntos anteriores son claves en la formación espiritual de nuestros hijos, pero lo más importante es que como padres comprendamos que estamos llamados a ser ejemplo vivo en nuestra relación diaria con Dios. Cuando no somos ejemplo, los niños se decepcionaran pues lo que decimos no lo hacemos, y entrara en confusión, pues lo que aprende en el ministerio no lo vive en su casa.

Recibe a Jesucristo en tu vida y en tu casa por medio de una oración:
Señor JESUCRISTO yo te necesito, reconozco que moriste por mis pecados, te abro la puerta de mi corazón y de mi hogar, te recibo como mi señor y salvador y pido que seas el rey de mi familia. Amen

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